El planeta grita y nos avisa con sus persistentes inundaciones, sequías, tornados, incendios, hambrunas, ciclones, deshielos, calores sofocantes, fríos invernales, pedriscos, subidas del nivel del mar, ríos y lagos muertos, especies extinguiéndose, zonas contaminadas y otros desastres que vemos a diario en las noticias.
¿Vamos a quedarnos quietos viendo éste panorama?
Todos tenemos mucho que perder. El aire, la tierra y el agua nos pertenecen a todos; atentar contra ellos supone una irresponsabilidad, por tanto es un problema común cuidar de ellos.
Reciclar y cuidar el medio ambiente es obligación de todos, de los contrario las generaciones que vienen sufrirán las consecuencias de nuestra dejadez e irresponsabilidad.
¿Podemos imaginar una existencia sin pájaros ni árboles? …¿Podemos imaginarnos la tierra sin sembrados ni campos de cultivo? ¿o con un calor imposible de soportar?, ¿Acaso podemos imaginarnos ser atacados permanentemente por la naturaleza herida con sus desastres que van cada vez a más?…
El civismo y la responsabilidad urgen y debería ser la prioridad de todos.
La Tierra es un planeta precioso que estamos aniquilando; es además la casa común de todos, por lo tanto pongamos de nuestra parte antes que la casa se resquebraje y nos caiga encima.
Puede parecer agorero hablar de esto, pero es mucho peor mirar hacia otro lado; hay que vivir con alegría pero también ser responsables.
Cada grano de arena es importante y cuenta para formar una playa.
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